
Colegio Montessori Casa De Mi Padre

El desarrollo del colegio fue fruto del esfuerzo, la fe y la dedicación de los pastores y de toda la comunidad. Se buscó excelencia en la infraestructura, se contrató personal docente altamente calificado y se diseñó un plan de estudios integral que combina educación académica, valores cristianos y enseñanza bilingüe. Hoy en día, gracias a la implementación del método Montessori y del sistema AMCO, nuestros estudiantes disfrutan de un aprendizaje personalizado, creativo y bilingüe, que combina excelencia académica con el desarrollo de valores cristianos. Este enfoque integral fomenta la independencia, la curiosidad y la confianza, preparando a los niños para enfrentar los desafíos del mundo moderno con conocimiento, ética y propósito.
Impulsado por la visión de los Pastores Manuel y Discaury Muriel, el colegio se ha consolidado como un referente de educación cristiana bilingüe. Sus graduados no solo destacan académicamente, sino que también se forman como líderes conscientes, éticos y comprometidos con sus comunidades. Actualmente, Montessori Casa de Mi Padre es un espacio donde la excelencia académica, la fe y los valores cristianos se integran para formar generaciones capaces de influir positivamente en el mundo, dejando un legado que refleja el amor y la dedicación de sus fundadores.

Conoce a
Nuestros Fundadores
En 2016, los Pastores Manuel y Discaury Muriel, con una profunda visión cristiana y compromiso con la comunidad, identificaron la necesidad de ofrecer a los jóvenes una educación que no solo desarrollara sus capacidades académicas, sino que también fortaleciera su carácter y valores morales. Inspirados en la iglesia local como faro de fe y esperanza, propusieron la creación de un colegio que reflejara los principios cristianos que siempre han promovido. Desde sus inicios, su objetivo fue que el centro educativo fuera más que un lugar de aprendizaje: un espacio donde los estudiantes aprendan a amar a Dios, a su prójimo y a convertirse en ciudadanos responsables y conscientes. La comunidad respondió con entusiasmo, colaborando en la creación de programas de becas y apoyando la iniciativa para garantizar que ningún joven quede fuera de esta oportunidad por limitaciones económicas.